Una buena limpieza facial

 

De forma general, existe la creencia de que una higiene facial únicamente es lavarse el rostro con agua y jabón. Pero más allá de esta creencia, una buena limpieza facial conlleva más que eso.

Muchas veces tenemos que recordar que la piel es un órgano más al que de igual manera que al resto tenemos que cuidar, por ello se hace imprescindible de forma periódica una buena higiene facial, además de incluir en el cuidado diario una rutina de limpieza. 

¿Por qué es importante?

 

El objetivo principal de ésta es cuidar la piel en profundidad, limpiarla e hidratarla. Técnicamente hablando su objetivo es re-equilibrar el ph de la piel, el cual puede verse dañado en nuestro día a día por la erosión de determinados agentes externos, por ello y debido a su importancia, debe de ser un hábito fundamental nuestro día a día. 

La higiene facial, se considera la única manera de ayudarnos a mantener en buen estado la barrera cutánea, eliminando las células muertas localizadas en las capas más superficiales. 

La limpieza de las capas superficiales conlleva la mejora de la calidad de la piel, el mantenimiento equilibrado del pH y una mayor penetración de principios activos de los cosméticos que se aplicarán después y sobre todo mantenerla sana.

Cuando el pH de la piel no es el correcto la permeabilidad de la barrera cutánea cambia y pueden entrar bacterias, al igual que pueden perder sustancias necesarias para su buen estado con el agua.

Como hemos mencionado anteriormente también se hace de obligatoriedad realizar una limpieza facial antes de aplicar tratamientos de cuidado facial. De esta forma nos aseguraremos de que los activos utilizados en el mismo, penetren en la piel obteniendo así los resultados buscados. 

Los productos cosméticos en la actualidad

 

Actualmente, dentro de los elementos que la mayoría suele utilizar en su rutina facial de forma diaria son el agua y jabón, toallitas desmaquillantes, leches limpiadoras, lociones y espumas…. Aquí lo que es de máxima importancia es saber qué productos necesitamos y cómo. 

Otro aspecto que debemos tener en cuenta, es que el mundo de la cosmética y estética cada vez está más presente en internet y en redes sociales como Instagram. Día sí día también, vemos a personas con gran influencia promocionando productos del sector de la belleza de forma masiva. Pero realmente, ¿sabemos si estos productos se adaptan bien a las características de nuestra piel? 

Existen infinidad de productos, pero no todos son beneficiosos para todos los tipos de piel. Dependiendo del tipo de piel que tengas (normal, grasa, seca o mixta) y debido a la naturaleza de la misma, deberás aplicar unos productos en concreto, si no los resultados podrían no ser los buscados. 

Con el término piel “normal” nos referimos a una piel que posea un buen equilibrio, ni grasa, ni seca. En el caso de la “seca” se utiliza para describir al tipo de piel que por sí sola produce menos sebo, y a causa de esto existe una falta de los lípidos necesarios para retener la humedad. En tercer lugar, la piel “grasa” es aquella que posee una elevada producción de sebo. Y por último en lo que respecta a la piel mixta es aquella que es una mezcla de los tipos de piel anteriores. 

Tras todo lo comentado con anterioridad, desde Cocooink, recomendamos que consultes con tu facialista de confianza, para que te aconseje los productos que mejor se adaptan a tu tipo de piel, a través de un diagnóstico exhaustivo.

¿Manchas en la piel?

¿Sabes por qué aparecen las manchas en la piel?

Las manchas en la piel son muy comunes, y de forma general no suelen indicar ninguna enfermedad. A día de hoy se puede afirmar que a casi la mitad de la población que las padece, suelen salir antes de los 50 y a la otra mitad restante superados esta edad. 

La aparición y la naturaleza de las manchas en la piel, depende de muchos factores, como la exposición solar, la predisposición genética o por ejemplo los cambios hormonales, entre otros. 

Dentro de la amplia variedad de manchas en la piel, los más conocidos son los léntigos seniles o manchas solares. Estas son manchas marrones homogéneas, bien delimitadas que aparecen por una excesiva exposición al sol. Suelen aparecer en zonas como por ejemplo, rostro, manos o escote. 

Otro tipo de mancha, es el melasma. Esta se presenta en forma de mancha marrón con los bordes difuminados y generalmente suele aparecer en la cara debido tanto a aspectos hormonales como a la exposición a los rayos UV. 

El último trastorno de la piel del que vamos a hablar es la hiperpigmentación. Este es un oscurecimiento de la piel causado por una alta cantidad de melanina, que suele aparecer tras la ingesta de medicamentos después de padecer acné, o simplemente por la exposición a los rayos UV. 

Los tres tipos de manchas, mencionados, son causadas por un desequilibrio en los melanocitos, las células encargadas de la producción de melanina. Tras la exposición a los rayos UV, los melanocitos producen demasiada melanina, y por lo tanto generan manchas. 

Hasta la fecha este tipo de manchas únicamente se pueden reducir y calmar sus molestias, a través de tratamientos con láser y la cosmética. 

Como os hemos explicado con anterioridad, este tipo de manchas de forma general están provocadas por altas exposiciones a los rayos UV. Por lo que se hace totalmente indispensable protegerse ante este agente.

Las manchas eliminadas o nuevas manchas pueden volver a aparecer si nos exponemos sin protección a los UV.

¿Como cuidar tu piel si tienes manchas?

 

En el caso de que ya se tengan manchas en la piel desde Cocoon’ink queremos cuidarlas y prevenir una mayor aparición, por ello os damos los siguientes consejos. 

  • Evita el uso de productos demasiado agresivos en tus rutinas faciales diarias, podrías irritarla. 
  • Exfoliala de manera enzimática, sin gestos bruscos, no emplees peelings mecánicos.
  • Protégela siempre del sol.

¿Conoces el fitness facial?

 

Si tu respuesta es no, y no sabes que es el fitness facial, has llegado al sitio perfecto… ¡porque te lo vamos a contar todo! 

De la misma manera que ejercitamos y cuidamos día a día nuestro cuerpo, también es de suma importancia hacer lo mismo con nuestro cuello y rostro. Una de las formas de tonificar nuestra piel fácil, se denomina fitness facial. 

Qué es el Fitness Facial

Pero, realmente ¿Qué es el fitness facial y cuándo surgió? El fitness facial se conoce como el conjunto de masajes que realizamos para tonificar los músculos faciales, y combatir el envejecimiento y la flacidez facial entre otros aspectos. Este tipo de ejercicio actualmente es tendencia dentro del sector estético, pero no es nuevo, ya que hay estudios que constatan que en el siglo XVIII ya se practicaba. 

Si lo que deseas es comenzar tu rutina de fitness facial, te vamos a dar una buena noticia, no requiere tener una gran cantidad de tiempo disponible diariamente. Así es, únicamente con tan solo 10 o 15 minutos al día notarás sus beneficios, siempre y cuando lo realices, estés relajada. 

Antes de nada, también tendrás que saber que al igual que el ejercicio físico necesita su calentamiento previo, este también. Siendo su desarrollo vital para que el fitness facial en sí, funcione. 

En el rostro poseemos más de 50 músculos, los cuales realizan más de 10.000 expresiones diarias. Esto, junto con otros aspectos como puede ser la mala postura que tenemos en el trabajo o la exposición constante a pantallas pueden provocarnos retención de líquidos faciales, del doble mentón, de las ojeras, del buen estado de la piel y hasta de los dolores de cabeza.

Tanto el cuello como las cervicales, también se ven estrechamente vinculadas con los aspectos faciales. En el caso de poseer contracturas, malas posturas o movimientos pueden provocar por ejemplo una mala irrigación facial, además de afectar a la circulación sanguínea o linfática. 

Resultados en poco tiempo

Sus resultados, se podrán visualizar en un periodo corto de tiempo, debido a la propia naturaleza de los músculos. Los músculos faciales, son finos y pequeños, por ello resulta mucho más sencillo su ejercicio y tonificación. 

Gracias a la práctica del fitness facial podremos estirar, relajar y controlar los músculos faciales. Y por lo tanto al mejorar su tonificación o al simplemente relajarlos, esto se verá reflejado en una mejora de las arrugas de expresión, bolsas, ojeras y un mejor aspecto de la piel.

Además, con ella podremos conseguir el control de los orbiculares sin necesidad de arrugarlos o por ejemplo también podremos conseguir levantar las cejas sin fruncir el ceño o arrugar la frente.

Con este tipo de rutina, tu rostro, cuello y escote se verán más jóvenes debido a la tonificación muscular, la mejora circulatoria, linfática y sobre todo al control que vas a tener con cada uno de tus músculos.

Si necesitas cualquier tipo de asesoramiento o consejo acerca de esta técnica tan en tendencia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, y te resolveremos todas las dudas que puedas tener.